viernes, 11 de noviembre de 2022

Resumido en un párrafo: he subido a Amazon las maquetas de mis tres libros ya publicados en formato electrónico para Kindle. De modo que, a partir de ahora, los tres títulos están disponibles también en edición impresa, encuadernados en rústica y con cubierta a color.


He corregido algunos gazapos que, increíble y cabreantemente, se me habían pasado en anteriores revisiones. Lo cual sólo demuestra que la ceguera al error es una realidad tan inexorable como la termodinámica. Es más, como quiera que la ceguera al error es el Thanos de los escritores, o sea un cabrón enorme, violeta e inevitable, aseguraría que en el proceso de corregir los textos antes de subirlos habré cometido, de media, dos errores nuevos por libro.

Eso como mínimo.

Así que ahí tienes, amado lector, un buen motivo para comprar cualquiera de ellos, o mejor los tres:

1. Averiguar dónde, cuánto y hasta dónde la he cagado durante el proceso de revisión. Venga, hombre, llevo años despotricando contra los escritores vagos o torpes en mi bitácora principal. ¿Te vas a perder la oportunidad de hacerme a mí lo mismo?

Que se añaden a todas las demás razones por las cuales deberías darte prisa en comprar cualquiera de estas novelas.

(O mejor las tres).

2.
El mundo podría acabarse mañana y tú jamás te perdonarías a ti mismo morirte sin haber leído estos libros. Estas tres novelas no ten van a cambiar la vida, pero los libros de autoayuda tampoco y al menos estos tres son entretenidos, plantean algunas preguntas interesantes y, en caso de necesidad, podrás calzar un mueble con ellos.

No, los libros de autoayuda no valen ni para eso.

3. Estas tres novelas están llenas de violencia, sexo, drogas, disparos, explosiones, mujeres empoderadas, señores con bigote; son los libros que tu madre no quiere que leas, los que tu tío Raimundo ponía en la estantería más alta de su librería. Comprarlos y leerlos es una patada al Sistema. El Sistema no quiere que los leas. Que se joda el Sistema.

4. Escribir es difícil, ingrato y mal pagado. Sólo J.K. Rowling y otra docena de privilegiados se han forrado el riñón con sus libros. Un escritor es básicamente un muerto de hambre. Comprar estos libros puede ser una cuestión de supervivencia para el autor. Además, un escritor que no vende puede hacer cosas completamente desesperadas, como meterse en política o ponerse a estudiar Derecho. No lo permitas. ¡Salva a la civilización! ¡Impide que otro escritor famélico se presente al Senado o se dedique a la abogacía!

5. Netflix es cada dia más caro, sus producciones no paran de empeorar y además, al final han logrado que Henry Cavill se hartase de ellos y tomase la puerta. Cualquiera de estos libros es más barato que una suscripción a Netflix, está mejor escrito y es más ameno que la mayoría de sus series y películas y, a diferencia de tu cuenta de  Netflix, podrás compartirlos con tus amigos.

6. Si lanzas cualquiera de ellos con fuerza suficiente, alcanzará la velocidad de escape, se pondrá en órbita alrededor de La Tierra y te harás famoso por colocar el satélite artificial más barato de la historia. A lo mejor hasta te llaman los de la NASA y todo.

7. Las Navidades están a la vuelta de la esquina y tu tío Margarito está harto de que le regales la misma corbata de osos panda de todos los años. Sé original y regálale uno de estos libros. O mejor los tres. Que no digo yo que le vayan a gustar. Lo que sí digo es que tu tío Margarito ya tiene suficientes corbatas de osos panda.

8. Sentarte en un lugar público con un libro abierto en las manos es una forma excelente de evitar conversaciones incómodas. Si lo que quieres es parecer inteligente, bastará con que te pasees por ahí con un ejemplar bajo el brazo. Además, en cualquiera de ambas situaciones, si no quieres tener descendencia, sostener un libro en la mano es un excelente anticonceptivo.

9. Si compras cualquiera de los libros y haces una apuesta de la Lotería Primitiva, tendrás una posibilidad entre catorce millones de que te toque la bonoloto. Sí, son las mismas proababilidades de que te toque aunque no compres uno de los libros, pero si lo compras y no te toca (que ya te digo yo que no deberías confiar en que te acabe tocando) al menos tendrás un libro para leer mientras se te pasa el disgusto.

10. Los libros no se van a quedar nunca sin batería ni necesitan que los recargues cada dos días. No, tampoco puedes sacar fotos con ellos, ni ver vídeos de Youtube, ni escuchar música, pero tampoco podrás con tu teléfono movil si le explota la batería o se te cae a la taza del excusado. El libro te servirá de entretenimiento mientras te reparan el móvil o terminas de descargar todos tus archivos de la nube en un terminal nuevo.

Si quieres ver un adelanto de las novelas antes de decidir si merece o no la pena comprarlas, puedes pinchar en los siguientes enlaces:

Cazadores de cabezas
.

El álgebra de la bestia.

El lugar más peligroso del mundo.

Les he puesto a todas las novelas el precio más bajo que me permitía Amazon, así que nadie me acuse de codicioso. Si pudiese venderlas todas a cuatro o cinco euros el ejemplar, lo haría, pero no es posible. Los precios finales los calcula Amazon a partir de los costos de producción y no hay pito que tocar en ese aspecto, que se acaban de gastar mil millones en la catástrofe esa de los Anillos de poder y hay que hacer caja como sea.

Ahora no quiero oír ninguna excusa de «es que yo prefiero leer en papel». Sé quiénes sois, sé donde vivís y me he visto todos los capítulos de Kung Fu.

martes, 18 de enero de 2022

No hay dos sin tres

Superados ciertos imponderables, algunos de ellos de naturaleza sanitaria, por fin he podido subir a Amazon un nuevo libro: Cazadores de cabezas.


El argumento de esta nueva novela puede resumirse así:
«Willow 'Billie' Summers siempre quiso ser la primera mujer piloto de combate de los Estados Unidos, defender con las armas en la mano los ideales de su país era un derecho que nadie podía negarle y no concebía mayor nobleza que vestir el uniforme y atenerse al código de honor del Cuerpo de Oficiales de los Estados Unidos. Cuando su avión es derribado en suelo iraquí durante la Primera Guerra del Golfo, Billie tendrá que revisar todo lo que creía saber sobre la nobleza, el honor y sobre sí misma, de la mano de un ex espía, ex sicario del Narco y ex mercenario llamado John Owen Graham
Si quieres descargarte unos capítulos de prueba, pincha en este enlace.

Si quieres ir directamente a Amazon y comprar la novela por un precio muy inferior a la satisfacción que te reportará su lectura, pica aquí.

Ésta es la tercera novela de la serie de Los invisibles, que empezó con El lugar más peligroso del mundo y continuó expandiéndose en El álgebra de la bestia. Aquellas estaban centradas en el personaje de John Graham, mientras que en Cazadores de cabezas Graham es una especie de estrella invitada. Aparece en el libro (de hecho aparece mucho en el libro), pero no es el protagonista. La acción de Cazadores de cabezas se centra en los personajes de Nell Harrison, antigua alumna de John, y sobre todo en el de Willow Summers.

Lo cual es muy extraño, y podría llevarme a una larga, profunda y perfectamente inútil reflexión sobre el desarrollo de las novelas, que a partir de determinado momento parecen cobrar vida y resistirse a todos nuestros esfuerzos de control. Y digo que es extraño haber dedicado dos libros a John y otro a Billie Summers porque cuando concebí el plan de esta serie, que en principio iba a ser una trilogía, ambos eran personajes secundarios. Los protagonistas de Los invisibles eran originalmente Nell Harrison y Liam Connors. Estaba previsto que John apareciese en un único libro de la serie y Billie en otro, pero los dos tenían sus propios planes y acabaron conquistando títulos propios.

Y en ese momento me di cuenta de que no podría contar las historias de estos personajes en sólo tres libros, así que los tres libros se convirtieron en cuatro.

Los cuatro en cinco, cuando vi las dimensiones del desafío y empecé a enamorarme de los personajes.

Y antes de darme cuenta, había trazado un plan para Los invisibles que abarca siete volúmenes y una cantidad ingente de trabajo a lo largo de varios años.

Cazadores de cabezas es la tercera novela de esa serie y su publicación me crea un problema.

Porque no tengo, de momento, más libros de esta serie que subir a la tienda on-line del Imperio del Mal. He seguido escribiendo, pero otras historias, sobre otros personajes, que transcurren en sus propios universos. Sigo puliendo la novela más larga, compleja y desafiante que he escrito en mi vida, estoy a dos (mmmmmmmmh puede que tres) capítulos de acabar el primer volumen de un proyecto personal que llevo elaborando como mínimo desde los dieciocho años (y que si llego a terminar se convertirá de facto en mi obra más larga, compleja y desafiante, desbancando a la anteriormente citada) y voy por el segundo capítulo de un libro que sólo muy tangencialmente podría relacionarse con el mundo de John, Billie, Nell y Liam, pero que no estará listo para ver la luz este año y tal vez tampoco el próximo.

Así que no tengo muy claro cuál será mi próxima aportación a la tienda del Imperio del Mal. Supongo que echaré mano a mi cajón de proyectos rechazados y le daré un lavado de cara a alguna novela antigua. Estas líneas, además de para anunciar la disponibilidad de Cazadores de cabezas, son para anticipar que mi próximo título en Amazon será muy distinto a lo que hasta ahora he publicado, transcurrirá en un mundo diferente, tendrá una temática bien alejada de las intrigas internacionales, el terrorismo de Estado y las Operaciones Especiales y, por razones obvias, estará escrito en un tono muy diferente.

El que avisa no es traidor.

He subido a Amazon Cazadores de cabezas y los fans de John Graham (que los hay) tendrán que esperar para seguir leyendo el resto de novelas de la serie.

Espero que la más reciente esté a la altura de tus expectativas, querido lector.